Las magníficas Cataratas del Iguazú, una de las Siete Maravillas del Mundo, están conformadas por 275 saltos de agua que caen desde las más diversas alturas. La más alta, de 80 metros, es conocida como la Garganta del Diablo.
Un contexto vegetal inigualable enmarca a uno de los paisajes naturales más opulentos del mundo: las Cataratas del Iguazú. Se trata de más de 2 km de cascadas que superan los 70 metros de altura, una manifestación espectacular de uno de los recursos cada vez más escasos del planeta: el agua.
Los saltos transcurren a lo largo de acantilados e islotes, repartidos en una media luna que forma este accidente geográfico. Los senderos se pueden recorrer a pie u optar por un pintoresco trencito de la selva, de combustión a gas, que parte desde el Centro del Visitante.
A las Cataratas se las puede conocer, básicamente, a través de dos circuitos: uno inferior y otro superior. Desde el inferior se llega a la base de los saltos, donde la fuerza del agua se transforma en rocío o vapor que moja a los concurrentes. La experiencia es única y vale la pena animarse a la aventura. Desde este circuito también se puede tomar un bote con destino a la isla San Martín.
En el circuito superior, el paseo es más sedentario. Las vistas panorámicas desde las pasarelas y los miradores hacen de la estadía una experiencia inolvidable.